La Orquesta Sinfónica UdeC presentó su cuarto de la Temporada Sinfónica 2022. En esta ocasión, acompañados por la batuta del maestro Luis Gorelik, las y los músicos interpretarán obras de Béla Bartók y Johannes Brahms, el sábado 25 a las 19:00 en el Teatro UdeC.
Cabe destacar que la temporada se ha realizado de forma presencial, logrando retomar la estrecha relación que tenía la Orquesta con su audiencia, por lo que cada presentación es un momento esperado por ambos.
“Estamos seguros que estos dos años nos enseñaron a valorar la importancia de esta cercanía, entre las y los músicos y el público, esta retroalimentación que no se daba de manera online, por lo que esperamos seguir sumando nuevos conciertos en Teatro UdeC”, expresa Mario Cabrera, gerente Corcudec.
En este cuarto concierto de la Temporada, el director invitado es el maestro Luis Gorelik, quien fue director titular por 7 años y destaca la influencia de la Orquesta Sinfónica en su carrera. “Fueron de enorme crecimiento personal y profesional, y también de consolidación artística del organismo. En enero pasado, cuando vine a dirigir gracias a la gentil invitación formalizada por la CORCUDEC, me sentí enormemente emocionado por las intensas muestras de reconocimiento y cariño expresadas por los integrantes del cuerpo orquestal. Para mí es un regalo de la vida poder volver a hacer estos conciertos en Concepción, ciudad a la que considero mi segundo hogar”.
La belleza de la naturaleza
El repertorio comienza con la puesta en escena comienza con “Divertimento para orquesta de cuerdas”, compuesta en 1939 por el húngaro Béla Bartók. Luego se presenta “Sinfonía n°2” de Johannes Brahms, de 1877.
Sobre la relación de estos dos compositores, Gorelik expone: “Son dos compositores fuertemente formalistas. En el caso de Béla Bartók, aunque nunca renunció a la utilización de las formas clásicas, forma sonata, rondó, entre otras, desarrolló un sistema de sustituciones tonales y modales conocido como ¨Sistema axial¨. Esta forma diferente de agrupar los centros tonales en tres ejes resulta muy novedosa y fue uno de los intentos que existieron a comienzos del siglo XX de escapar del sistema tonal”.
En cuanto a interpretar estas grandes obras, añade: “Siempre es un desafío, tanto para el director como para la orquesta. La Sinfonía N° 2 de Johannes Brahms es una de las obras más perfectas y acabadas de todo el repertorio sinfónico universal. Junto con el Concierto para Violín fue escrita a orillas del Lago Vorthersee, en el sur de Austria. El mismo lago sobre el cual Gustav Mahler escribiría todas sus sinfonías y Alban Berg su Concierto para Violín. De alguna manera, la luminosidad y serenidad del paisaje está presente a lo largo de toda la obra. En cuanto al Divertimento de Bela Bartok, es una obra escrita por encargo del filántropo suizo Paul Sacher, formateada a la manera de un concerto grosso, con solistas alternándose con el tutti orquestal”.
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