Seguridad y belleza en el quinto sinfónico

17 de julio de 2017.

El sábado pasado, mientras los termómetros se acercaban a cero, un cálido aplauso daba la bienvenida al escenario del Teatro UdeC a Anaís Burgos, vencedora del VII Concurso Musical de Jóvenes Talentos organizado por Corcudec. La violinista local, que estudia actualmente en Santiago, ofreció con total seguridad y un hermoso sonido su interpretación de la brillante “Escena de ballet” de Charles de Bériot junto a la Sinfónica UdeC.

El programa de este Quinto Concierto de la temporada se había iniciado con “Habitar lo efímero”, pieza de Francisco Silva escrita en el año 2010 y estrenada en Concepción en agosto de 2012 en el marco de la Primera Convocatoria para Estreno de Obras de Compositores Chilenos realizada por Corcudec. El director israelí Doron Salomon irradió seguridad desde el podio, logrando una exposición clara e impecable de todos los gestos plasmados en esta partitura transparente y puntillista.

Las virtudes del maestro Salomon se hicieron aún más evidentes en la “Sinfonía Fausto” de Liszt, extensa y desafiante partitura nunca antes abordada por la agrupación penquista. El resultado fue irreprochable y con momentos de estremecedora belleza; entre ellos, el dulce pasaje para ensamble de cuerdas —liderado por el concertino invitado Dorian Lamotte— en el movimiento dedicado a Margarita, y la majestuosa conclusión con el “Coro Místico”, donde el discurso sinfónico fue ampliado con las sólidas contribuciones del tenor Claudio Fernández y de las voces masculinas del Coro UdeC preparado por Carlos Traverso: un gran final para una gran sinfonía y una gran velada en el Teatro UdeC.