Gracias a un convenio de colaboración  entre Corcudec y las plataformas digitales Onda Media, Cineteca Nacional y CNT, se emite por las plataformas digitales de la corporación cultural, la película Post Mortem, del cineasta chileno, Pablo Larraín, el tercer largometraje del director.
 
“Este gran convenio  nos permite la posibilidad de programar películas de directores chilenos, como es el caso “Post Mortem” de Pablo Larraín, con grandes producciones nominadas a los Premios Óscar en 2013 por “No”, así como a los Premios Globo de Oro en 2015 por El club y en 2016 por Neruda”. Destaca Julio Gaete, encargado de programación de Corcudec.

Post Mortem, el tercer largometraje de Pablo Larraín, podría ser el preludio de su cinta anterior Tony Manero; el momento en que el protagonista (en ambas instancias interpretado por Alfredo Castro), cae irreversiblemente en la locura y se vuelve psicópata. La apuesta del film es extrema porque asume la representación y la relectura de una época extrema, donde la demencia que se activa con el régimen militar ya parece estar instalada en la sociedad que lo origina y que ahora simplemente avanza líquida y espesa, por un Santiago color magenta, apagado y deshumanizado.

Los Lunes Cinematográficos tienen una tradición de más de veinte años en el teatro de la casa de estudios universitaria.
“Este Ciclo de cine presenta una selección de reconocidas películas que han sido premiadas en festivales y que cuentan con el reconocimiento del público y la crítica. Es por ello que durante estos tiempos de Pandemia quisimos mantener nuestra programación, pero esta vez, online y de manera gratuita”, señala Mario Cabrera, gerente de Corcudec.
 
El rodaje de Post Mortem se construye desde una cámara ubicada en la parte inferior de un tanque que avanza por las calles de un Santiago arrasado y deshumanizado. Es un plano temporalmente ambiguo, porque alude al golpe de estado o a los días posteriores a éste en septiembre de 1973. Sin embargo, la secuencia siguiente del filme nos lleva a un momento anterior, previo al golpe, en tiempos en que Salvador Allende estaba vivo y era presidente de Chile.

Larraín anuncia, desde el inicio del largometraje, el devenir político de Chile y, junto a esto, la atmósfera social que se respira, representando días y horas tan tensas como efervescentes, activas políticamente, urbanamente caóticas, donde el espacio público sirve como lugar de encuentro, de intercambio de ideas, de manifestaciones. Pero también de violencia, represión y psicopatía.

Para disfrutar de Post Mortem de Pablo Larraín, haz click en el siguiente botón.

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